DEFENDAMOS LA RESERVA DE BIOSFERA PARQUE PEREYRA IRAOLA

No cumplir con lo solicitado por la Unesco parece que fuera la resolución. Mucho hemos hablado como los barrios privados y la destrucción de bosques y humedales en Hudson desprotegen cotidianamente la zona de amortiguación de la Reserva.

Ahora se ha sumado la decisión del Intendente de Ensenada Mario Secco y la totalidad de los concejales de ese Distrito, de atacar directamente a la zona núcleo de la Reserva. Para ello, y con el pretexto de que la ex ruta 19 se ha convertido en un basural y una zona muy peligrosa de transitar, han iniciado obras -junto a Vialidad- para ensancharla y convertirla en una avenida que una Villa Elisa con Punta Lara.

No es que van a levantar la basura y mejorar el camino existente, sumamente deteriorado por que no lo mantuvieron durante años, sino directamente completar el desastre que ya realizaron en la costanera y hacer una avenida que afectará la flora y fauna de la región y que como decíamos atacará directamente la zona principal de la Reserva.

No hay motivos para desmalezar 22 metros de ancho y voltear especies de flora nativa (como ya lo están haciendo). Se puede resolver sencillamente con levantar la basura, mejorar el camino, aprovechar para construir los necesarios pasa de fauna que hace años debieron haber realizado.

Pero el Intendente Mario Secco tiene una marcada tendencia de no respetar los espacios verdes de su Distrito, pareciera ser que su consigna es cemento y más cemento aunque después se rasga las vestiduras hablando del cambio climático.

Obviamente no han presentado planos de la obra, ni el correspondiente estudio de impacto ambiental, ni han llamado a consulta pública, ni han incorporado al jefe de guardaparques de Punta Lara a la Mesa técnica.

Quienes dicen que los “ambientalistas” queremos que el lugar siga siendo un basural están siendo engañados con la propaganda falaz de una administración amante del cemento. Quienes luchamos por el cuidado de los espacios comunes naturales, hemos hecho propuestas para evitar el ecocidio.

Quisieron pasar una autopista por el corazón del Parque, quisieron talar 200 hectáreas de árboles, no fortalecen -sino todo lo contrario- la zona de amortiguación en Hudson, ahora atentan contra el corazón de la Reserva. Nos preguntamos ¿a qué están jugando las autoridades municipales y provinciales? ¿Acaso quieren destruir la reserva para seguir desarrollando los negocios inmobiliarios?

¡NO HAY MÁS TIEMPO, HAY QUE PARARLOS AHORA!

¡SUMATE AL RECLAMO!