Opinión: Solidaridad con las vecinas y vecinos de Azul

La situación que el Barrio Azul atraviesa es cada vez más grave. Sumado a la precariedad de las condiciones de vida a las que vecinas y vecinos son sometidos por la desidia de todos los gobiernos patronales, la situación de la pandemia con la crisis sanitaria y económica que conlleva, hacen que cada vez resulte más difícil la subsistencia. Por eso, resulta imperioso que sumemos solidaridad activa entre trabajadoras y trabajadores.

El gobierno tomó medidas represivas en las últimas semanas ante la detección de casos de COVID-19 entre los vecinos de Azul. Militarizando la zona y vallando las entradas, impidiendo que los trabajadores entren y salgan. Una acción completamente inhumana que intentó maquillar con bolsones de alimentos que resultaron insuficientes y, en muchos casos, no contaban si quiera con elementos de higiene, indispensables para enfrentar la pandemia.

Desde el Nuevo MAS venimos denunciando estos hechos y llevando adelante una campaña solidaria de donaciones para acercar alimentos y elementos de higiene a los vecinos de Azul. No basta con abrir parcialmente el barrio, los vecinos aún tienen grandes carencias que el gobierno no está dispuesto a poner como prioridad. La solidaridad entre los de abajo es fundamental para tender lazos entre trabajadores frente a la falta de respuesta del Estado. Gracias a las vecinas y vecinos que se sumaron a esta colecta hoy estamos entregando las donaciones recibidas en el barrio Azul. Para enfrentar la crisis organizándonos con la solidaridad entre los de abajo.

No a la militarización de los barrios. Testeos masivos a todos los vecinos de Azul. Por un salario universal de $ 40.000 para todos los trabajadores y desocupados