Tras las pericias, los médicos constataron que los menores fueron violados en reiteradas ocasiones por sus padres, quienes buscaban el sufrimiento físico y psíquico de los niños. Además, las autoridades comprobaron que los menores presentaban lesiones de carácter grave, con fracturas, golpes internos, y quemaduras en todo el cuerpo realizadas con cigarrillos.
Actualmente, por orden judicial, los pequeños se encuentran al resguardo de otros familiares, mientras que sus padres enfrentan cargos por abuso sexual con acceso carnal, tentativa de homicidio, lesiones graves y abandono de persona, todos delitos agravados por el vínculo.