JUZGARAN A EMPLEADA JUDICIAL DE FLORENCIO VARELA POR VENTA DE MARIHUANA
Luciana Gisela D'Angelo será juzgada ante un jurado popular. La ex empleada judicial de Florencio Varela es acusada de cultivar y vender marihuana en su domicilio.
La experiencia se desarrolló en la Unidad 42 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
El material donado fue creado en los talleres de la cárcel por un grupo de 18 internos y está conformado por 6 mesas grandes, 24 sillas, 6 bancos, 3 mesoneras, 6 estanterías, 6 percheros, 3 desayunadores, 3 sillones, 16 sillas pequeñas y 4 mesas para niños.
La Cooperativa de Trabajo “Miradas Urbanas” destinará estos muebles a diferentes comedores y merenderos de la zona de Quilmes Oeste.
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Mauro Pereyra, uno de los coordinadores de la cooperadora que recibió la donación, es un ex detenido de la Unidad 42 y contó que él también empezó a trabajar en carpintería cuando todavía se encontraba en la cárcel y, al recuperar su libertad, se dedicó a enseñarles a otros lo que había aprendido para que tengan un oficio y
no deban delinquir.
El material que se usó para construir el mobiliario fueron palets donados por empresas y ciudadanos particulares que los privados de su libertad desarmaron para poder usar su madera.
Luciana Gisela D'Angelo será juzgada ante un jurado popular. La ex empleada judicial de Florencio Varela es acusada de cultivar y vender marihuana en su domicilio.
La última vez que fue visto fue el martes 2 de enero en la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela.
El violento fue detenido en el barrio Pepsi y confesó el crimen. El caso conmociona a la comunidad de Bosques, y la investigación está en curso bajo la supervisión de la UFI N° 6, con la Dra. Texeira a cargo.
La acusación inicial se centra en "abuso sexual con acceso carnal reiterados y agravado por el vínculo". Según los informes, los presuntos abusos ocurrieron en una finca de Florencio Varela entre los años 2008 y 2010, cuando la víctima tenía 9 años.
Se trata de Mauro Nahir Goncalves, el último individuo detenido en relación con la denuncia de abuso sexual grupal presentada por la joven Paula Martínez en diciembre de 2016.
El acusado está imputado por el delito de "doble homicidio agravado", que conlleva a la prisión perpetua. Al ser detenido, manifestó a la policía que se mandó "un moco" y que no sabía por qué lo hizo.
El cuerpo presentaba un orificio de salida en la parte superior craneal, compatible con el uso de dicha arma de fuego.
La polémica se centra en el desmonte descomunal que se está llevando a cabo en la zona, donde se están talando árboles centenarios para dar paso al desarrollo inmobiliario.
La investigación se originó a partir de denuncias que señalaban a un individuo identificado como Enrique, quien supuestamente comercializaba estupefacientes a través de su vehículo Renault Sandero, en la zona de Pueblo Nuevo de Berazategui.
Durante la inspección del vehículo, se encontró una pistola marca Browning calibre 9mm con la numeración suprimida, junto con dos cargadores. Uno de los cargadores contenía 13 municiones, mientras que el otro almacenaba 10.
Los hechos tuvieron lugar en la intersección de las calles 526 y 626, cuando la mujer se dirigía hacia la parada del colectivo. Repentinamente, fue sorprendida por el agresor, quien la golpeó y pateó violentamente en el suelo mientras ella clamaba por ayuda.