Incidentes en Claypole vs Berazategui: Sindicalismo, barras y política se entrelazan

La política sindical, las barras y la violencia volvieron a estallar en el fútbol local. Tras los incidentes en el partido entre Claypole y Berazategui, el presidente de la ADB, Roberto "Mata" Rodríguez, culpó al Estado por la falta de seguridad, mientras se desvinculó de las responsabilidades que recaen sobre los dirigentes en su relación con las facciones de la barra.

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11-B-10
Claudio "Chiqui" Tapia, Roberto "Mata" Rodríguez y Juan José Mussi

En las últimas horas, Roberto "Mata" Rodríguez, presidente de la Asociación Deportiva Berazategui (ADB), se pronunció en una entrevista radial para la AM 610 y, lejos de asumir responsabilidad como dirigente, señaló al Estado como culpable de los incidentes ocurridos recientemente en el partido ante Claypole. Lo cierto es que la política sindical y las barras bravas han mantenido una relación cercana en los últimos tiempos, reflejando una problemática mucho más profunda.

El conflicto comenzó el último sábado cuando un grupo de veinte personas, con base en el barrio El Bueno, logró adquirir cinco bengalas y se acercó casi hasta la puerta del estadio de Claypole. Aunque las bengalas fueron disparadas hacia el cielo, como muestra de apoyo al plantel Naranja, la barra local de Claypole interpretó la acción de manera negativa, pese haber trabajado juntas en la última elecciones para un importante sindicato. La situación escaló cuando miembros de esta barra intentaron salir del estadio para confrontar al grupo visitante, pero al ser detenidos por la policía, tomaron represalias contra los dirigentes y allegados de la ADB. 

Durante su diálogo con el programa Siga Siga, Rodríguez expresó su preocupación:
"Creo que la sociedad está enferma. La violencia se apoderó de todo y la gente se la agarra con el fútbol. Los violentos están en Berazategui, en Claypole, en todos lados", manifestó el dirigente.
Rodríguez también criticó al Estado por su falta de intervención en estas situaciones: "Hoy tenemos un estado totalmente ausente. El esfuerzo que hacen los clubes para dar trabajo y generar recursos... Esto que le pasó a Claypole, a Berazategui, me da mucha pena".
Finalmente, lanzó un mensaje de esperanza: "El club es de los socios, no le demos espacios a los violentos. Me tiraron ladrillazos en la cabeza, uno se asusta porque estaba la familia y los hijos de los jugadores. Hay una sociedad que está enferma".

Sin embargo, las palabras de Rodríguez no hacen más que evadir la responsabilidad que también recae sobre los dirigentes en cuanto a su vínculo con las barras bravas, el suministro de recursos y la distribución de entradas. No es casualidad que el estadio de Berazategui esté clausurado en la actualidad debido a conflictos internos vinculados precisamente a la entrega de entradas a una facción de la barra.

La vieja disputa de la barra de Berazategui y su conexión con la política

La barra del Club Berazategui está dividida en dos facciones claramente delimitadas. La primera, histórica, proviene del barrio Villa España, ubicado a unas 15 cuadras del estadio. Este grupo quedó debilitado luego del asesinato de su líder, Diego "Kity" Villa, en diciembre de 2014. Por este crimen, miembros de la facción rival, "La del Bueno", fueron condenados a penas de prisión de hasta 14 años. Esta última facción representa al barrio adyacente al estadio y su líder histórico es Daniel Fernández, conocido como "Dani la Cuca".

Un dato llamativo es que Omar Daer, quien en su momento fue abogado del club, también representó inicialmente a "Dani la Cuca". Daer no es un nombre menor en el ámbito judicial, especialmente en la región de Quilmes. Fue abogado del expresidente Carlos Menem y de varios funcionarios vinculados a Hinchadas Unidas Argentinas, la organización barra nacida durante el gobierno de Néstor Kirchner en 2009. Su participación también se registra en causas de alto perfil, como la defensa de los hermanos Schillaci, involucrados en el triple crimen de General Rodríguez, vinculado al tráfico de efedrina.

Más recientemente, el estudio de Daer defendió a Daniel Zisuela, expresidente del Club Argentino de Quilmes y exconcejal de Florencio Varela, quien fue condenado a 13 años de prisión por promoción de la prostitución y corrupción de menores. Este entramado muestra cómo la política y el sindicalismo han tenido una influencia profunda en la Asociación Deportiva Berazategui durante años. Actualmente, el presidente del club, Roberto "Mata" Rodríguez, es además secretario general del gremio mercantil de la zona. Su llegada a la presidencia del club contó con el respaldo del intendente Juan José Mussi, quien se integró como miembro del Tribunal de Honor de la entidad.

Los incidentes recientes no son más que un reflejo de la conflictiva relación entre barras, sindicalismo y política. La inacción estatal, el manejo cuestionable de los dirigentes y la violencia en el fútbol continúan siendo temas urgentes que deben abordarse para la tranquilidad del pueblo naranja.

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